“Hay que pegarle al chancho para que aparezca el dueño”. La frase pareció cumplirse, pero exactamente al revés: Facundo Manes le pegó al dueño y de inmediato aparecieron los chanchos.
La interna en Juntos por el Cambio sumó esta semana un nuevo capítulo, luego de que el domingo el diputado radical acusara a Mauricio Macri de operar en la Justicia y recordara los escándalos de espionaje ilegal durante su gobierno. De inmediato hubo una defensa a ultranza desde todos los sectores de la alianza opositora que salieron en defensa del expresidente.
No sólo fueron los propios líderes y referentes de JxC, como Horacio Rodríguez Larreta – en tensión permanente con Macri por el futuro de las candidaturas – sino que también hubo dirigentes radicales como el gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales, que también se desmarcó de los dichos de Manes, incluso a pesar de las fuertes críticas que desde hace tiempo no oculta hacia el exmandatario.
En los medios afines al macrismo las críticas fueron lapidarias: el neurocirujano que hasta hace poco tiempo era presentado como un faro de esperanza y honestidad se transformó de la noche a la mañana en calabaza, casi una de las peores escorias. Al menos así se desprende de editoriales de conductores como Luis Majul o Alfredo Leuco.
Un párrafo aparte se merece la falta de discusión acerca de los dichos de Manes. Su fuerte denuncia sólo fue analizada en términos de internismo político, enmarcada en una falsa disputa entre halcones y palomas donde pareciera ser que, al final del recorrido, son todos halcones. En el medio, quedó la grave acusación de Manes por hechos de espionaje ilegal del que sobran pruebas, incluso a pesar de que el propio Macri fue beneficiado meses atrás con la revocatoria del procesamiento por el caso del espionaje clandestino a familiares de las víctimas del ARA San Juan, un fallo firmado por tres jueces de la Cámara Federal de Casación Penal a los que él mismo designó: Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens.
Internismo al palo
Las críticas de Manes y el fuerte cruce de casi toda la coalición opositora forman parte de un nuevo capítulo de la interna que atraviesa la alianza de cara a 2023. El propio Miguel Ángel Pichetto, excandidato a vicepresidenta, lo dejó en claro al afirmar que el año que viene debían competir, como ocurrió en Brasil, “los titulares” y no los suplentes. En otras palabras, el exsenador y experonista sugirió que debían enfrentarse Macri y Cristina Kirchner, lo que tal como sucedió en el país vecino este domingo llevaría las elecciones a un escenario de extrema polarización.
El radicalismo se debate ya desde hace tiempo cuál será su futuro dentro de Juntos por el Cambio y cómo se resolverán las tensiones con el PRO y la Coalición Cívica. Sólo en los últimos tres meses, Gerardo Morales acusó dos veces a sus socios de la coalición de querer romper la alianza. Primero fue cuando en una carta pública le dijo a Macri que era el responsable de impulsar la ruptura, luego de que el expresidente afirmara que el expresidente Hipólito Yrigoyen fue el responsable de originar el populismo en la región. Luego cruzó con dureza a Elisa Carrió e incluso filtró mensajes de una conversación privada donde la acusó de buscar la ruptura de la alianza.
Los cruces en JxC no quedan ahí. Este martes, Morales también le apuntó a Rodríguez Larreta y expuso el doble discurso del jefe de Gobierno porteño: “Que no me corran los halcones del PRO que han aumentado los impuestos en CABA”, afirmó, en alusión a que la presión fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, el distrito más rico del país, creció 25 por ciento sólo entre 2007 y 2015. A pesar de la constante suba de impuestos – incluso algunos atados directamente a la inflación – Rodríguez Larreta suele criticar a la Nación por la creación de nuevos impuestos o subas para sectores de grandes ingresos y riquezas.
En este contexto, ayer Macri anunció que lanzará su segundo libro: “Para qué, aprendizajes sobre liderazgo y poder para ganar el segundo tiempo”, que llega en un agitado momento para la coalición y que, además, coquetea con una posible candidatura en 2023. “Aprendí a no aceptar lo dado y estar siempre abierto”, dice la contratapa. El libro saldrá a la venta en unos días, el 18 de octubre. Esta semana, de viaje por España, el expresidente afirmó que se siente “cómodo apoyando a los buenos dirigentes para que tengan una competencia sana y constructiva”, y mencionó a Patricia Bullrich y Rodríguez Larreta. Sin embargo, deja en claro que si “no garantizan el cambio”, se anotará como posible aspirante.
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