La inflación de octubre volvió a mostrar signos de una leve aceleración: en octubre trepó al 6,3 por ciento, un 0,1 por ciento más que en septiembre, y acumula un 88 por ciento interanual. Las proyecciones de las consultoras privadas ya anticipan que la suba de precios a lo largo de 2022 superará ampliamente el 100 por ciento. El impulso de las tarifas y los alimentos que más aumentaron.

Con el dato que difundió ayer por la tarde el Indec se reflejó el fin de una tendencia a la baja registrada a partir del dato de agosto difundido en septiembre, tras el primer mes de gestión de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía. Sin embargo, en la mirada general continúa muy por debajo del 7,4 % que alcanzó en julio, tras las corridas cambiarias que sucedieron a la renuncia del exministro Martín Guzmán.

En los primeros diez meses del año, los precios aumentaron un 76,6 por ciento promedio, con fuerte impacto sobre todo en el caso de los alimentos. En octubre, los mayores incrementos se reflejaron en los rubros de Comunicaciones, con el 12,1 %; Vivienda, agua, electricidad y gas, con el 7,5 %; y Salud y Educación, ambas con el 7,1 %.

Se trata de rubros regulados en todos los casos por el Gobierno, que autorizó subas de tarifas en los últimos meses, que impactaron en el índice de precios al consumidor. En el caso de Salud, la suba de las prepagas fue desdoblada la semana pasada, tras el malestar que desató el aumento autorizado por el Ministerio de Salud, del 13,8 por ciento.

Los otros rubros que más aumentaron fueron Prendas de vestir y calzado, con el 6,8por ciento, un dato no menor si se tiene en cuenta las sucesivas quejas del Gobierno con el sector textil por los incrementos registrados en el último año. El propio Massa deslizó semanas atrás que podría autorizar las importaciones si los empresarios no frenaban con la escalada. En octubre, los productos volvieron a aumentar, otra vez por encima del promedio general del 6,3 %. De hecho, en el último año la ropa tuvo un incremento del 121,5 %.

El foco de la preocupación en el Gobierno también radica en el precio de los alimentos, que en los últimos 12 meses aumentaron en promedio un 91,6 por ciento. Esta semana tuvo un tibio debut la política de Precios Justos, que congelará el valor de más de 1.800 productos por cuatro meses, con la novedad de que, para garantizar que los supermercados cumplan el acuerdo se deberá contar con una señalética especial.

Los incrementos que aplicaron antes de ingresar al programa no podían ser superiores al 4 %. Un sector del Frente de Todos reclamaba que los precios estén impresos en los productos, para evitar estafas, aunque no se logró. Sin embargo, sí se podrá descargar una app en teléfonos celulares para verificar en tiempo real si el precio que aparece en la góndola es el que se acordó.

En el rubro alimentos, hay 10 productos que se destacan por las subas muy por encima del promedio general. La papa, por ejemplo, registró subas del 57,6 %, mientras que la batata, del 48,8 %. El litro de leche, un elemento fundamental, trepó un 17,3 por ciento, mientras que el aceite de girasol aumentó un 13 %. Las gaseosas, en tanto, aumentaron un 12 %, en línea con la suba del agua, del 12,5 %.

Massa blanqueó que espera llegar al segundo semestre de 2023 con una inflación mensual del 3 por ciento. El Presupuesto 2023 que cuenta con media sanción en Diputados y podría ser discutido esta semana en el Senado prevé que el año que viene la suba de precios será del 60 por ciento, una fuerte caída si se la compara con la que cerrará el 2022, pero aún entre las más altas del mundo, aún si se tiene en cuenta el efecto inflacionario a nivel global que provocó la guerra en Ucrania.