A un mes y medio del atentado contra Cristina Kirchner, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi ordenó la detención de Jonathan Morel, Leonardo Sosa, Gastón Guerra y Sabrina Basile, integrantes y líderes de la agrupación Revolución Federal, en el marco de una causa que investiga incitación a la violencia y otros delitos que podrían haber tenido vínculo directo con el ataque sufrido por la vicepresidenta la noche del jueves 1 de septiembre.

Las detenciones se concretaron este jueves por la mañana y fueron llevadas a cabo por la Policía de Seguridad Aeroportuaria en operativos realizados en Munro, Villa Ballester y Moreno, provincia de Buenos Aires. En el caso de Basile, hija del exDT de la Selección, Alfio “Coco” Basile, se entregó en horas de la tarde.

El expediente que tiene a su cargo Martínez de Giorgi no investiga el atentado contra CFK – esa causa está en manos de la jueza María Eugenia Capuchetti – sino que apunta al rol de la agrupación Revolución Federal en hechos de incitación a la violencia colectiva y otros delitos, por los escraches y ataques a funcionarios del gobierno, así como también por las declaraciones amenazantes hacia la propia Cristina, Máximo Kirchner y Alberto Fernández, realizadas días antes del atentado contra la vice.

Cristina Kirchner fue aceptada esta semana como querellante en la causa que instruye Martínez de Giorgi. Al acceder al expediente, la defensa de la vicepresidenta indicó que “es probable que el accionar del grupo (Revolución Federal) no se limitara a amenazas, instigaciones y preparación de delitos en abstracto, sino que haya participado específicamente en el intento de atentado”.

En la causa que tiene a su cargo Martínez de Giorgi aparecen múltiples pruebas, entre las que se destacan audios e intercambios que Morel y otro integrante de la agrupación, Franco Castelli, mantuvieron en una transmisión en vivo a través de Twitter Space, donde concretamente se habla de “pasar a la historia” con un ataque a Cristina, Alberto o Máximo. Incluso Morel blanquea la posibilidad de “infiltrarse” durante varios días en marchas a favor de la vicepresidenta. Eso ocurrió días antes del atentado fallido del 1 de septiembre.

“Hoy por ejemplo veía cómo Cristina saludaba a La Cámpora y a la militancia y decía, lástima que a mí ya me conocen la cara porque si no sabés cómo me infiltro ahí una semana y espero que baje…”, indicaba uno de los audios.

Otro elemento no menor que busca dilucidar esta causa es el rol de Morel y las transferencias millonarias de dinero que recibió de un fideicomiso vinculado a la familia de Luis “Toto” Caputo, el exministro de Finanzas de Mauricio Macri. En los últimos meses hubo pagos por 8 millones de pesos que, según el joven de 23 años, fueron en concepto de trabajos de carpintería realizados para un emprendimiento inmobiliario de la familia Caputo en Neuquén.

Lo cierto es que esa versión hace demasiado ruido por varias razones: en primer lugar, por la poca experiencia como carpintero (él mismo contó que hizo un curso de carpintería por YouTube el año pasado). En segunda instancia, ¿por qué un holding empresarial le encargaría trabajos millonarios a la pequeña carpintería de un joven sin experiencia ubicada a más de 1.200 kilómetros del destino de los muebles? En una entrevista concedida al canal IP Noticias, Morel no supo ni siquiera precisar qué tipo de trabajos había realizado.

Incluso, el juez Martínez de Giorgi ordenó una serie de allanamientos a las oficinas de Caputo Hermanos, ubicada en pleno centro porteño. El escrito que presentó días atrás la defensa de Cristina Kirchner pone la mira sobre la familia del exministro de Finanzas macrista, al afirmar que “es alarmante la probable financiación de este grupo violento, que quería acabar con mi vida, por parte de personas pertenecientes a la oposición al gobierno del que formo parte”.

Qué es Revolución Federal

• La agrupación surgió en mayo y desde entonces llevaron a cabo violentas movilizaciones y concentraciones en las que atacaban y escrachaban a funcionarios y dirigentes del gobierno. Ocurrió en inmediaciones del Congreso y frente a la Casa Rosada en varias ocasiones.

• El día de la asunción de Sergio Massa como ministro de Economía fueron a patear vehículos y agredir a quienes se acercaban al lugar. Allí fue demorado Gastón Guerra, uno de los detenidos en los operativos de ayer.

• Morel y Sosa, el tercer detenido, militaron en las filas del PRO, aunque luego se distanciaron y se acercaron a Javier Milei y José Luis Espert. Ahora, afirmaban no tener vínculos con ningún partido.

• La cuarta detenida es Sabrina Basile, la hija de Alfio “Coco” Basile, el exDT de la Selección Argentina. La mujer formaba parte de Revolución Federal y aparece en varios videos donde se observan y promueven las agresiones a dirigentes sociales y políticos.

• Días antes del atentado contra Cristina, marcharon con una guillotina fabricada por el propio Morel en su carpintería, hacia la Casa Rosada. Allí también llevaron antorchas y arrojaron bombas molotov a la sede de gobierno.

• Revolución Federal tenía vínculos directos con Brenda Uliarte, una de las detenidas por el atentado contra Cristina. La mujer formaba parte de las marchas y movilizaciones. Incluso estuvo la noche del ataque a la Casa Rosada con bombas molotov.

• Los pagos del fideicomiso de Caputo hacia la agrupación no son un aspecto para nada menor. Según se supo, Morel y otras dos personas facturaron cerca de 8 millones de pesos en menos de un año y retiraban a las pocas horas todo el dinero en efectivo. El último de los pagos fue realizado el 22 de agosto, días antes del ataque a CFK, por unos 250.000 pesos.