En medio de la escalada de precios, en mayo la inflación trepó al 5,1 por ciento según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. En lo que va de 2022, ya acumula una suba del 29,3 por ciento, mientras que en los últimos 12 meses fue del 60,7, la más alta en las últimas tres décadas. En el Gobierno esperaban un incremento cercano al 5, y ahora apuestan a continuar con el proceso de desaceleración de precios.
La cifra representa una baja del 0,7 por ciento frente al mes de abril, cuando la inflación fue del 6 por ciento, y continúa el sendero de descenso tras el fuerte incremento de marzo, cuando el Índice de Precios al Consumidor marcó subas del 6,7 por ciento.
Lo que más aumentó en mayo
De acuerdo con el relevamiento del Indec, los precios de los servicios de Salud fueron los que más aumentaron, en el orden del 6,2 %.
En tanto, el rubro Transporte trepó un 6,1 %; mientras que Calzado y Prendas de vestir volvió a quedar en el podio, con el 5,8 % de incremento, tal como graficó Gamera semanas atrás. En el caso de Alimentos, la inflación de mayo estuvo por debajo del promedio general, aunque muy alta: 4,4 por ciento.
Un dato central es que en el caso de los precios regulados la inflación promedio de mayo fue del 5,7 %, impulsada por los aumentos en las prepagas, combustibles y las tarifas de electricidad y agua, que impactaron este mes.
La carne, al rojo vivo
Uno de los productos de la canasta básica que más aumentó fue el precio de la carne. Según la estimación oficial, el rubro Alimentos y Bebidas tuvo un incremento en mayo del 4,4 por ciento. Sin embargo, más allá de la estadística oficial, un informe del Observatorio de Precios del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) estimó que en mayo el precio de la carne vacuna aumentó un 6,1 por ciento, una cifra muy alta, aunque por debajo de los meses previos: en marzo y abril los cortes económicos aumentaron un 8,4 por ciento en promedio.
Mientras los precios vuelan, el consumo se desploma: un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario y el Instituto de la Carne Vacuna advirtió que en abril el consumo de carne vacuna por persona fue de 47,8 kilos por habitante por año, la cifra más baja en 100 años y, aunque por supuesto puedan inferir factores culturales, el efecto precios es un factor clave. Entre 1914 y 2021 la media fue de 73,4 kilos por habitante al año; aunque en los últimos cinco años se desplomó a 54,5 kg.
En este aspecto, es clave un dato que concluye el informe del CEPA, al destacar que a pesar del desplome del consumo, los precios se mantienen elevados y superan mes a mes los promedios de inflación. El mercado externo de exportación, como ocurre con otros productos, sigue fijando el piso de los precios locales.
La otra cara de la inflación: crece la brecha entre lo que paga el consumidor y lo que recibe el productor
En paralelo, un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) precisó que en mayo volvió a dispararse la brecha entre los precios que abonan los consumidores y los que reciben los productores de agroalimentos. Según el relevamiento, para los 24 productos que integran el informe del área de Economías Regionales el consumidor pagó 3,53 veces más de los que recibió el productor.
Según el estudio, el 58 % de los agroalimentos aumentaron sus brechas entre origen y destino. El resto registraron una baja, impulsada en muchos casos por cuestiones estacionales. Un aspecto clave: en los comercios de cercanía, los precios fueron menores que los que ofrecieron los hipermercados.
Además, según el relevamiento de la CAME, la participación de los productores en el precio final fue de apenas el 25,9 por ciento, la más baja del año.
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