Lo que dejó el primer debate en vivo entre Lula y Bolsonaro
A cinco semanas de las elecciones, Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro protagonizaron el primer debate presidencial televisado de la campaña. Si bien la presencia del actual presidente había estado en duda durante la semana, finalmente decidió participar.
El debate contaba con la novedad de ser el primero en enfrentar a las dos figuras más importantes de los últimos años en Brasil: por un lado Lula, histórico líder sindical de izquierda que fue presidente durante ocho años, sufrió 19 meses de prisión por una causa armada y ahora volvió al ruedo con la expectativa de una tercera presidencia; y por el otro lado Bolsonaro, referente de la ultraderecha y defensor de la última dictadura militar que en pocos meses pasó de ser un político marginal a gobernar la economía más grande de América Latina.
Además de Lula y Bolsonaro, participaron otros cuatro candidatos, que miden muy poco según todas las encuestas debido al escenario extremadamente polarizado que se vive en el país. Ciro Gomes (ex ministro de Hacienda de Lula entre 2003 y 2006), Simone Tebet (candidata del MDB, el partido de Michel Temer), Luiz Felipe d’Avila (liberal) y Soraya Thronicke (senadora de Unión Brasil, partido aliado del bolsonarismo).
En una de sus alocuciones, Bolsonaro calificó a Lula como el líder del gobierno «más corrupto de la historia de Brasil», y agregó en forma irónica que “todo el mundo robaba, desviaba, y el presidente no sabía”. El candidato del PT, que se mostró sonriente y relajado durante el ataque, aseguró que ya sabía que ese sería el tema planteado por el actual presidente.
«Ningún gobierno ha hecho más investigaciones sobre la corrupción que el nuestro», contestó Lula, y a continuación enumeró distintos logros de su gestión, relacionados a la generación de empleo, el aumento del salario mínimo y el alto crecimiento de la economía. «Este es el país que el actual presidente está destruyendo, por eso el gobierno que dejé es el que la gente echa de menos, y este país volverá a ser así”, remató.
Para atacar al líder de ultraderecha, Lula se centró al principio en la cuestión ambiental, puntualmente sobre la situación del amazonas, y en la salud, al dejar en claro el «déficit de vacunas» de la gestión actual, en contraste con la suya que vacunó a 80 millones de personas contra el virus H1N1.
En ese sentido, la gestión de la pandemia fue uno de los temas centrales de la noche, y la mayoría de los candidatos coincidieron en atacar a Bolsonaro por su postura de desconfianza hacia las vacunas y de subestimación del COVID-19 durante los últimos dos años y medio.
En esa parte del debate, Bolsonaro atacó a la periodista Vera Magalhaes y la calificó como «una vergüenza para el periodismo brasileño», debido a que minutos antes le había preguntado a Ciro Gomes si creía que las fake news sobre las vacunas habían partido “incluso desde el Presidente”, produciendo “muertes que se podían haber evitado”.
“Una gran parte de las mujeres me ama. Yo defiendo a las mujeres. Cuando defiendo las armas es para que las mujeres se puedan defender”, aseguró Bolsonaro luego de ser tildado de “misógino” y de “destilar odio” por la candidata Simone Tebet. Hasta Soraya Thronicke, aliada del gobierno en el Senado, se manifestó “incómoda” por el hecho de que Bolsonaro “es cariñoso con otros hombres, pero se atreve a enfrentarse a las mujeres”.
Debido a lo complicado que fue garantizar la presencia de los principales candidatos y a la fuerte tensión de la campaña, se cree que no se volverá a repetir un debate similar en estas semanas. Faltan solo 34 días para los comicios y según la última encuesta de Datafolha Lula sigue liderando la intención de voto con un 47% contra el 32% de Bolsonaro.
Colombia y Venezuela retomaron las relaciones diplomáticas
Nicolás Maduro recibió oficialmente las credenciales de Armando Benedetti, que será el embajador de Colombia en Venezuela, tras la decisión del presidente Gustavo Petro de restablecer las relaciones diplomáticas.
En 2015 Maduro había cerrado parcialmente las fronteras con Colombia, pero el quiebre total llegó en 2019, cuando el gobierno de Iván Duque decidió reconocer al autoproclamado Juan Guaidó como presidente legítimo del país.
“Vamos a restablecer el comercio del que viven más de 8 millones de colombianos, vamos a buscar una zona económica, exenciones de impuestos y una legislación que permita que el gobierno colombiano pueda invertir en obras que impacten en el desarrollo de la región”, dijo Benedetti.
Colombia y Venezuela fueron durante varias décadas socios comerciales de una enorme relevancia para ambos países, pero el intercambio se derrumbó notablemente en los últimos años: pasaron de comercial por $7211 millones de dólares en 2008 a hacerlo por $393,7 millones en 2021.
Con la llegada de Petro al gobierno de Colombia, la expectativa es que no solo se retome la relación bilateral, sino que también se fortalezca un vínculo comercial que pueda generarle rédito a ambos países, que comparten una frontera de 2219 kilómetros.
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