Tras la escandalosa revelación del exministro de Relaciones Exteriores británicos, Alan Duncan, que aseguró que el exvicecanciller argentino, Carlos Foradori, estaba “totalmente borracho” cuando se firmó el acuerdo que autorizaba actividades comerciales y vuelos hacia las Islas Malvinas en 2016, el Gobierno confirmó que desde 2019 se dio marcha atrás con todos los puntos clave del pacto.
El acuerdo, sellado según Duncan en la bodega de la embajada británica en la Argentina en septiembre de 2016, establecía permisos y concesiones del gobierno argentino para que se lleven actividades comerciales (pesca y petróleo) en las Islas. Además, autorizaba vuelos desde Brasil hacia Puerto Argentino, con previa escala en la provincia de Córdoba.
Según informó Cancillería, desde la asunción de Alberto Fernández y Cristina Kirchner en 2019 se dio marcha atrás, de forma progresiva, con los términos del pacto Foradori-Duncan, principalmente en lo que refiere a la extracción petrolera y la actividad pesquera: en lo que refiere a los vuelos, casi no se llevaron a cabo y ahora, según indicaron, no hay ninguno.
La escandalosa firma del pacto Foradori-Duncan desató en aquel entonces una fuerte reacción y denuncias por la entrega de soberanía. Por caso, respecto de la actividad petrolera, el pacto levantaba todas las restricciones y acordaba “medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”.
Según indicaron ahora desde Cancillería, se restablecieron las sanciones económicas contra las empresas que operan en el mar argentino, como la británica Harbour Energy o la israelí Navitas Petroleum. Hace poco, Harbour, que se fusionó con Chrysaor Holdings, dio marcha atrás con la extracción. Hace diez días el Gobierno publicó en el Boletín Oficial las sanciones.
Finalmente, en materia de pesca el Gobierno también frenó los cruces de información con el Reino Unido que se habían firmado en 2016 sobre los recursos pesqueros en aguas que pertenecen a Argentina y que están apropiadas por el Reino Unido.
Sin explicaciones
Hasta ahora, desde Juntos por el Cambio no emitieron más que una liviana defensa del exvicecanciller Carlos Foradori, quien negó las acusaciones publicadas por Duncan en un libro. La única voz que es alzó hasta ahora fue la del excanciller macrista Jorge Faurie – cuando se firmó el pacto era embajador en Francia -, quien afirmó que “no merece ser tratado de forma despectiva de borracho”. “Es una guachada”, indicó, sin discutir los términos del polémico pacto.
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