– Te invito a ver el próximo partido en Doha.
– ¿En Qatar?
– No. En mi dohambientes.
Con este chiste pavo (Nota del Editor: El chiste es magistral), te damos la bienvenida a un resumen de lo que dejó la primera semana del Mundial de Qatar 2022, atravesado por derrotas sorpresivas, denuncias permanentes por violaciones a los derechos humanos en el país organizador de la Copa del Mundo y una gran ansiedad que despierta el futuro del equipo de Lionel Scaloni.
La pelota sigue rodando
La caída de la Selección Argentina ante Arabia Saudita definitivamente quedó atrás. De la angustia del 1-2 del martes se salió con una victoria holgada sobre México este sábado, en el segundo partido del Grupo C, con un golazo de Lionel Messi que le permitió a La Scaloneta dejar atrás la mufa del partido del debut. Sobre el final, Enzo Fernández coronó la victoria con un golazo que se celebró con alegría en estas latitudes.
Con la derrota ante Arabia Saudita, La Scaloneta perdió el invicto de 36 partidos sin derrotas. Ahora, la Selección quedó bien posicionada en la fase de grupos, detrás de Polonia, que el sábado se impuso ante Arabia Saudita 2 a 0 y suma cuatro puntos. El miércoles será una parada importante para el equipo de Lionel Scaloni, en el último partido de la primera etapa del Mundial, a la espera de quiénes podrían ser los rivales, si la temida Francia – que viene de ganar sus dos partidos – o Australia.
Las otras derrotas
Es un Mundial marcado por sorpresas. Alemania cayó 2 a 1 ante Japón y la goleada de España a Costa Rica por 7 a 0 la dejó con pocas posibilidades de pasar de ronda. Ayer sin embargo logró un empate 1 a 1 ante los españoles, que deja el conjunto germano con posibilidades, más aún teniendo en cuenta que el próximo rival es Costa Rica. España, de todos modos, jugó un buen partido y si ganaba no hubiera sido sorpresa.
Pero a esto hay que sumarle el buen desempeño de Ghana, que le hizo partido a Portugal, a pesar de caer 3 a 2 el jueves; y Canadá, que el miércoles se la complicó a Bélgica, que de todos modos se impuso 1 a 0. Los canadienses no jugaban un Mundial desde 1986 y ayer perdieron 4 a 1 ante Croacia y se quedaron sin posibilidades de pasar a Octavos.
Uruguay, que esperaba sacar ventaja ante Corea del Sur, terminó empatando en 0 en un partido deslucido el miércoles, y ahora se juega todo ante Portugal y Ghana. Brasil, eterno candidato aunque hace 20 años no da la vuelta olímpica, le ganó 2 a 0 a Serbia.
Un poco más que la pelota
Como se sabe, este es un Mundial atravesado por las permanentes denuncias de violaciones a los derechos humanos en Qatar, un país que encandila con sus luces, edificios altos y petrodólares, pero que no respeta los derechos de las mujeres y la comunidad LGBTIQ+.
No es menor el rol de la FIFA. Esta semana hubo amenazas de sanciones al equipo alemán, que había planteado salir a jugar con un brazalete con los colores de la comunidad LGBTIQ+. Ante la censura, finalmente el conjunto germano decidió taparse la boca antes del partido en la foto oficial.
En Qatar la homosexualidad está prohibida y establece penas de uno a tres años de prisión, y quienes cometan actos o gestos considerados “inmorales” en espacios públicos puede recibir hasta seis años de prisión. ¿Aborto? Penalizado, con hasta siete años de cárcel, igual que el sexo extramatrimonial.
El consumo de alcohol en público también está prohibido, y aunque se especulaba con que se permitiría la venta de cerveza en los estadios, a último momento se dio marcha atrás, lo que provocará una demanda millonaria de uno de los principales sponsors del Mundial, la cervecería Budweiser, que ya tenía todo preparado para enviar containers de sus bebidas a Doha y debió dar marcha atrás.
Junto con la falta de apertura en las políticas de género y diversidad sexual, las miradas están puestas en las denuncias por las violaciones a los derechos humanos de los trabajadores migrantes, en un país donde apenas un 12 por ciento de los habitantes son qataríes – millonarios, en su gran mayoría – y el resto son inmigrantes que, en gran medida, son explotados.
Sin ir más lejos, un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que hubo más de 37 mil trabajadores heridos en la construcción de los estadios. La mayoría de los trabajadores provienen de países como Bangladesh, India y Nepal. Según los datos, el 95 % de la fuerza laboral de Qatar son inmigrantes. Ya en 2018, un comité integrado por varios premios nobel de la paz había alertado por las violaciones a los derechos humanos.
No es un punto para nada menor la elección de Qatar como sede del Mundial 2022. La decisión se anunció en 2010, pero recién en 2015 se conoció el entramado de corrupción que permitió que uno de los países más ricos del planeta fuera el organizador de la Copa. En 2015, cuando salió a la luz el FIFA-Gate, todo quedó más claro. Qatar fue elegido país organizador a pesar de su nula tradición futbolera (siete de los ocho estadios se construyeron para este torneo a nadie le importa demasiado la pelota). La investigación – en la que hubo argentinos implicados – permitió conocer que se pagaron millones de dólares para que Qatar fuera el organizador.
El corazón sobre todo
Nos despedimos con un dato espectacular: en el mundo de la cardiología existe lo que se conoce como “Síndrome Abreu” para definir la relación entre el fútbol y los infartos, muy traumática, por cierto. En 2010, cuando el jugador uruguayo definió de penal ante Ghana su pase a la semifinal del Mundial de Brasil una mujer sufrió un paro cardíaco mientras miraba el partido. No murió, pero estuvo internada cinco días en una clínica de Montevideo.
El caso fue muy estudiado por especialistas, que explican que hay relación directa entre la tensión de un partido – más en fases decisivas – y los episodios cardíacos. El presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología, Jorge Tartaglione, le dijo días atrás al diario Página/12 que cuando el vínculo entre el cerebro y el corazón no es ameno y se pone turbulento, el cerebro puede impactar fuerte sobre el corazón.
Ejemplos hay de sobra: en Múnich, durante un partido entre Alemania y Argentina hubo un pico de consultas con accidentes cardíacos minutos después de la definición por penales. En 1998, los hospitales de Gran Bretaña recibieron un 25 % más de consultas que lo habitual en salas de urgencia durante la definición por penales entre Argentina e Inglaterra. Incluso, un editorial de una revista de medicina llegó a pedirle a la FIFA que elimine las definiciones por penales por cuestiones de salud pública.
Breves consejos: evitar el pucho y el alcohol, no dejar de tomar la medicación en el caso de los pacientes cardíacos y, en la medida de lo posible, si el fútbol te hace mal, evitar mirar los partidos o hacerlo con personas que transmitan calma y un relato ameno.
Agus Gulman
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