Hace algunos días conmemoramos el Día del Veterano y de los caídos en la Guerra de Malvinas. Una fecha muy simbólica y cara al sentimiento de los argentinos y argentinas.
Estos días, nos brindan un marco para poner sobre la mesa diversos temas que se buscan visibilizar y sobre los cuales reflexionar.
El 2 de abril es un día para recordar; homenajear; reconocer y valorar a quienes combatieron y regresaron al continente y a quienes dieron su vida y cayeron en combate.
Sabemos que lo que no se nombra no se reconoce, lo que no se reconoce no se visibiliza y lo que no se visibiliza se olvida. Conocer la verdad es indispensable para fortalecer la memoria colectiva, porque el olvido es violencia. Es por esto que considero un día importante para recordar a ellas, las mujeres de Malvinas.
Valientes enfermeras, instrumentadoras quirúrgicas y personal de las Fuerzas, quienes ocuparon un rol fundamental en la atención a los heridos y en las telecomunicaciones. Pese a su participación en el conflicto de 1982, estas mujeres figuran en muy pocos libros de historia y no formaron parte de los necesarios procesos de construcción de memoria colectiva. Casi como si hubiesen sido invisibles, somos testigos de la permanente asociación entre lo masculino y la guerra, dejando pendiente aún el reconocimiento por parte de la sociedad argentina de la labor realizada por las mujeres en las distintas luchas de nuestra historia como país.
Recién en el año 2012, tras 30 años de la guerra, desde el Ministerio de Defensa de la Nación se reconoció la labor de dieciséis mujeres. Mediante la Resolución 1438/2012 se puso en valor el compromiso de Susana Mazza, Silvia Barrera, María Marta Lemme, Norma Navarro, María Riccheri y María Angélica Sendes; Mariana Soneira; Marta Giménez; Olga Cáceres y Doris West; Marcia Marchesotti; Graciela Gerónimo; Cristina María Cormarck y María Liliana Colino; Maureen Dolan y Silvia Storey. Cada una de ellas perteneció a una fuerza específica y tuvo un desempeño singular y destacable.
Tal como manifestó Alicia Reynoso, «Tantos años de silencio y hoy estamos aquí, vivas, sin miedo, libres y con la verdad en la mano, orgullo en el corazón y la Justicia que nos acompaña». Hoy, homenajeamos también a ellas, nuestras veteranas que visibilizan que nosotras también estuvimos.
Contar las historias y vivencias es una forma de sanar, tal vez la única después de tanto olvido político y social. Honor y gloria a los caídos y un eterno agradecimiento a nuestros veteranos y veteranas de Malvinas.
Fiocchi, María Cecilia
Lic. en Gobierno y Relaciones Internacionales.
Subsecretaria de Relaciones Internacionales, Asuntos Antárticos y Malvinas de la Municipalidad de Ushuaia.
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